Playa Girón: hazaña de un pueblo y su Revolución
Por: Grisel Chirino Martínez.
Entre los días 17 y 19 de abril de 1961, tuvo lugar un acontecimiento culminante dentro del período de hostilidad y agresiones que promueve el gobierno de los Estados Unidos contra la Revolución cubana: la conocida invasión a Playa Girón, por tropas entrenadas y apoyadas por dicho gobierno.
El pueblo formado en unidades de milicias, el Ejército Rebelde y la Policía Nacional Revolucionaria, echó abajo, como un castillo de naipes, la larga y cuidadosamente preparada estrategia norteamericana que pretendía borrar de la faz del continente a la Revolución cubana y su ejemplo.
Unos 1500 hombres entrenados por la CIA, equipados con el más moderno armamento con el que se podía contar entonces, y una amplia cobertura aérea, en apenas 72 quedaron fuera de combate en las arenas de Playa Girón, en lo que la historia reconoce como la primera gran derrota militar del imperialismo yanqui en América.
El descalabro conmovió profundamente a la sociedad norteamericana y a sus círculos de poder. Durante muchos meses y hasta años se discutió quién tuvo la culpa de aquel fracaso, pese a que el propio presidente Kennedy asumió por completo la responsabilidad.
Sin embargo, un asesor del después misteriosamente asesinado mandatario, escribió lo que la gran prensa norteamericana no tuvo el valor de decir de forma tajante:
La realidad fue que Fidel Castro resultó ser un enemigo mucho más formidable, y estar al mando de un régimen mucho mejor organizado que lo que nadie había supuesto. Sus patrullas localizaron la invasión casi en el primer momento. Sus aviones reaccionaron con rapidez y vigor. Su policía eliminó cualquier posibilidad de rebelión o sabotaje detrás de las líneas. Sus soldados permanecieron leales y combatieron bravamente.
Tal como se ha repetido a los largo de 60 años, la liquidación de la invasión antes de las 72 horas cerró el paso a la intervención directa de Estados Unidos, y evitó que la victoria cubana resultara incomparablemente más costosa.
Con la victoria de Playa Girón el mito de la invencibilidad de la gran potencia empezó su final. A partir de entonces muchas cosas comenzaron a cambiar en el mundo para bien, pero también creció en espiral el odio de los círculos más reaccionarios de la sociedad norteamericana contra la pequeña isla que se atrevió a enfrentarlos y, además, derrotarlos.
Después de seis décadas los cubanos, orgullosos de la hazaña, continuamos celebrándola y nos inspiramos en ella para seguir el enfrentamiento contra el mismo enemigo que no cesa en sus propósitos; mientras, unidos, luchamos por un mejor país, que ahora, desde el 8vo Congreso del PCC, consolida el futuro de la patria.