Obra monumental de nuestra Cultura
El Teatro Nacional de Cuba se alza como un símbolo y faro del trabajo artístico de varias generaciones de creadores en la Isla. Piezas teatrales y danzarías, siempre acompañadas del arte visual, reflejan el amor derrochado en sus tablas. Sobre la labor fundacional de la institución dialoga –desde la complicidad que recrea el color sobre la tersura de cada superficie u objeto donde habita– la muestra Germen y huella, inaugurada en la Galería Raúl Oliva del Centro Cultural Bertolt Brecht.
La exposición, bajo la exquisita curaduría de Nieves Laferté, reúne imágenes, maquetas escenográficas y diseños de vestuario que resumen (en esencia) el inconmensurable trabajo artístico desarrollado en el Teatro Nacional.
Isabel Monal ─quien fuera fundadora y la primera directora de esta institución artística patrimonial por derecho, no solo de La Habana, sino de todo el país, en su condición de constituir en sí misma una muestra de la concepción arquitectónica moderna y de líneas casi futuristas─, expresó a Tribuna de La Habana sobre el privilegio que le resultó formar parte de su hermosa historia: “Trabajamos, siempre, con mucho sentido de pertenencia; además de la plenitud espiritual que dejaba fuera cualquier atisbo de la rutina en cada nueva acción que emprendíamos. Era como un motor que nos daba fuerza a todos el saber la magistral obra de la que formábamos parte”.
Fernando Rojas, viceministro de Cultura y pensador de marcada reflexión intelectual y humanismo, discurrió sobre la huella que legaron grandes personalidades, entre los artistas que expusieron sus virtudes creativas, y puso el ejemplo del imprescindible Ramiro Guerra Suárez, fundador de la danza contemporánea en Cuba, a partir de la creación del Conjunto de Danza Moderna (hoy Danza Contemporánea de Cuba) en 1959 y fundador del Conjunto Folklórico Nacional. “Hoy tenemos el conjunto de recuerdos y hechos que forman nuestra memoria cultural e histórica. En nuestro Teatro Nacional se forjaron las raíces de inmensas obras de luz”, subrayó.
Texto y Foto por Miguel Moré
Tomado de Tribuna de La Habana