Museo Napoleónico cumple 60 años

Museo Napoleónico cumple 60 años

El Museo Napoleónico, de La Habana, celebró el aniversario 60 de su fundación el dos de diciembre con un interesante programa, el cual contó con una visita guiada que rememoró los orígenes de la institución.

Luego de las palabras de bienvenida de Sadys Sánchez Aguilar, directora del Museo, la investigadora y fundadora Natalia Bolívar narró esclarecedoras anécdotas. La destacada etnóloga y escritora cubana recordó cómo, en la década de 1960, mientras se desempeñaba como subdirectora del Museo Nacional de Bellas Artes, gestionó, tras la salida del país del millonario magnate, Julio Lobo, que su enorme colección napoleónica fuera trasladada hasta esta institución.

Bolívar compartió con los participantes sus testimonios sobre el surgimiento de esa institución cultural y cómo ella —con un embarazo avanzado— protagonizó las tareas del traslado de la colección y la creación del nuevo museo, cumpliendo voluntades, tanto del Gobierno, como de Julio Lobo Olovarría, el cual  dejó atrás ese patrimonio al abandonar el país en la década de 1960.

La intelectual recordó a Osmany Cienfuegos, quien en aquellos años se desempeñaba como ministro de Obras Públicas y la apoyó en las labores de restauración del inmueble Dolce Dimora, un palacete que se construyó en los años 1926 y 1929 por órdenes de Orestes Ferrara y que fue destinado a exhibir los objetos que pertenecieron a Napoleón o estuvieron relacionados con él, atesorados por Lobo.

Importantes piezas de inigualable valor histórico

En la evocación reciente, del aniversario 200 de la muerte del afamado emperador Bonaparte, ocurrida el 5 de mayo de 1921, se seleccionaron diversas piezas, todas de inigualable valor histórico pertenecientes a la colección permanente del museo. Ellas representan la era Napoleónica desde la Revolución Francesa hasta el Primer Imperio.

Ese catálogo presenta la etapa final de la vida del Emperador y refleja la influencia del imperio napoleónico y la cultura francesa en América Latina y el Caribe.

Los asistentes accedieron a la historia de los objetos únicos y  extraordinarios,  distribuidos en los cuatro pisos del palacete, ubicado frente a la Universidad de La Habana.

Seguidamente el Conjunto de Música Antigua Ars Longa  ofreció un concierto con obras de dos compositores del siglo XVI y XVII, que sirvió de colofón a la velada.

En 2005 la institución pasó a la Oficina del Historiador de la Ciudad, la que emprendió su restauración capital, concluida en 2011. En 2012 le fue entregado el Premio Nacional de Restauración a la Dirección del Patrimonio Cultural de la Oficina del Historiador de La Habana.

El museo alberga una significativa colección

Instaurado en la mansión en la que residió el coronel del Ejército Libertador, el ítalo-cubano Orestes Ferrara,  el museo alberga una significativa colección de objetos personales, armas y obras de arte relacionados con la vida de Napoleón Bonaparte.

Bonaparte jamás pisó tierras caribeñas, pero su impronta llegó hasta este lado del Atlántico. Es importante para Cuba, porque sin entender su controversial liderazgo en Europa no es posible comprender los procesos revolucionarios de Haití.

Por otra parte, el médico que atendió al Emperador en su lecho de muerte y realizó sus mascarillas mortuorias  vivió en la mayor de las Antillas sus últimos años y su tumba está en Santiago de Cuba, en el cementerio de Santa Ifigenia.

La mayor colección de objetos napoleónicos en América está radicada en este museo habanero.

Único de su tipo, este singular recinto cuenta con una valiosa colección que se debe básicamente al fervor del magnate cubano Julio Lobo.

Quienes conocieron a Lobo siempre recordaban su fascinación por Napoleón, pues supuestamente se consideraba “reencarnación” de Bonaparte.

Fuente: Cubarte

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