Buena música, buen Cubadisco
Por: Yuris Nórido.
Hoy concluye la más inusual de las ferias Cubadisco, pero indudablemente una de las más intensas. La celebración en las plataformas digitales no fue solo una alternativa para «marcar la tarjeta» en los tiempos tan complejos de la pandemia. También expresión de confianza en la buena salud de la discografía cubana, que persiste en medio de un mercado particularmente demandante.
Y el pilar de ese éxito no es el entramado técnico, comercial y promocional (que es importante, que tiene muchos desafíos), sino la extraordinaria producción musical en Cuba, el caudal creativo que se concreta en obras de todos los géneros y de excelente calidad. No en vano la música sigue siendo carta de presentación y embajadora universal de la cultura cubana.
Ciertamente, hay géneros mejor representados, mientras que otros no alcanzan su potencial. Tiene que ver con las demandas de un mercado que en Cuba tiene singularidades, y con la proyección internacional de ese mercado. Los discos cubanos que han alcanzado importantes galardones en los principales circuitos del mundo han sido sobre todo de música tradicional bailable. Es el premio a una calidad, el reconocimiento a un acervo, la celebración de los aportes de las sonoridades cubanas al concierto universal.
Pero en Cuba se hace música de todo tipo. Y la discografía cubre en buena medida el espectro todo. Por eso se puede celebrar una feria como Cubadisco, por eso pueden entregar premios en tantas categorías.
Hay problemas no resueltos asociados a la comercialización, hay retos tecnológicos, es necesario explorar alternativas de promoción y socialización, hay que atender jerarquías y proteger expresiones puntuales. Pero hay mucha música y muchos músicos. Ese es el tesoro mayor.
Fuente: CubaSí