Bobby Carcassés
Por: Rafael Lam.
El Festival Jazz Plaza llega al aniversario 40 de convertirse en un evento internacional. Aunque su inicio se remonta a 1980, es en 1983, con la presencia de la pianista brasileña, Tania María, que se internacionaliza. Para que me cuente acerca de este importante suceso cultural converso con su máximo impulsor, el Premio Nacional de Música, Roberto Arturo Carcassés Cuza, Bobby Carcassés,
Bobby, hablemos del Festival Internacional Jazz Plaza de 1983.
Han pasado muchos años, ya hay un fruto, cientos de grandes jazzistas internacionales y nacionales han participado en este festival que ya está colocado entre los mejores del mundo.
Vamos a los antecedentes.
Después de muchos ʺires y veniresʺ, el proyecto se concretó, siempre con la dirección de la Casa de Cultura de Plaza de la Revolución, bajo la dirección de Armando Rojas que, por orientación del Ministerio de Cultura, tenía la intención de crear un ambiente apropiado para el gran público, especialmente los jóvenes. Ante todo, debo aclararte que comenzamos en 1980, lo que sucede es que en algunos momentos el Festival se realizaba de manera bianual. Bueno, para hacerte corto el cuento, te digo que hay un antecedente de jazz en Cuba que se remonta a inicios del siglo XX y, en las distintas décadas, especialmente de 1950 a 1960, existieron muchos músicos, animadores y clubes de jazz en La Habana.
En Tropicana se organizaban descargas de jazz.
También en el Maxim´s, el Club 21, y el Club Cubano de Jazz. Había gente fuerte, como: Armando Romeu, Chico O´ Farrill, Bebo Valdés, Peruchín, Israel López (Cachao), Tata Guines, Gustavo Tamayo, Leonardo Acosta, Frank Emilio Flyn, Chucho Valdés, Horacio Hernández (productor de radio) y mucha gente bien intencionada con esta música internacional.
¿Quiénes fueron los primeros animadores de este festival?
Además de mi trabajo perseverante, hay que mencionar a Horacio Hernández (conductor de un programa de jazz en Radio Musical Nacional), Helio Orovio, Mario Barba, Ernesto Calderón, Rafael Taquechel; también antiguos miembros del Club Cubano de Jazz; especialistas del jazz, como: Armando Romeu, Leonardo Acosta, el propio Chucho Valdés, Felipe Dulzaides, y periodistas como Omar Vázquez, Pedro Herrera, y tú mismo.
Recordemos aquel primer Festival de 1980. Según los datos de mi archivo, se inicia exactamente el viernes 18 de diciembre, no el 14 de febrero, como muchos erradamente afirman.
Muy bien. Los músicos y agrupaciones que comenzaron fueron: los Irakere con Chucho Valdés a la cabeza, Emiliano Salvador, Fernando Acosta, Freyda Anido (de Santa Clara). También se crea un espacio dedicado al filin y como algo especial, la orquesta Los Van Van, con la interpretación estelar de Lázaro Morúa con un espiritual que levantó al público y sorprendió a muchos.
¿Y qué pasó en los próximos festivales?
Los siguientes fueron incrementando el número de participantes: Sonido Contemporáneo, de Nicolás Reinoso; Pedro Jústiz (Peruchín II); Gonzalito Rubalcaba; Opus 13; Afrocuba; Ferver Opus, de Camagüey; Cuarto Espacio; Quinteto de Saxofones; Pablo Milanés; un Todos Estrellas, conducido por Armando Romeu, y casi todos los músicos aficionados al jazz.
¿Es en el tercer festival cuando se internacionaliza?
Exactamente, con la visita de Tania María (pianista de Brasil), y un cuarteto checo; el evento se convierte en Festival Internacional Jazz Plaza. Entonces se habilitan nuevas subsedes, como el teatro Mella, Teatro Nacional, Club Maxím´s y los hoteles Nacional y Riviera.
Bobby, hablemos un poco de ti. Viendo tu trayectoria me sorprende que no hayas explotado tus dotes y experiencias como director artístico, donde hubieras llegado lejos.
En 1958 viajé con Rodney y Armando Romeu con el show de Tropicana a Nueva York (Rumbo al Waldor). Después me trasladé a la URSS, y con el Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes nos trasladamos a Viena, Austria, en 1959. De ahí viajé con una orquesta de Pacolo y Pepín Vaillant, a tocar en el club Elefante Blanco, de Montmartre, París. Regresé en diciembre de 1961. En una nueva era me integro al Teatro Musical de La Habana, apoyado por Alfonso Arau y Humberto Arenal; junto a Chucho Valdés, Leo Brouwer y Tony Taño. En el Musical participé en varios espectáculos. Después me uno al bufo del Teatro Martí. Como animador del jazz cubano trabajo desde el Club Maxim´s, y en 1980 logro, con el apoyo de Armando Rojas y Bárbara Castillo, organizar el 1er. Festival Jazz Plaza. Durante todos estos años he estado presente en todos los acontecimientos del jazz cubano, compartiendo con las grandes figuras cubanas e internacionales. Como intérprete show-man he viajado varias veces a Nueva York, y a otros países de África, Europa, y América Latina. Me enrolé en muchas cosas del arte.
Por tus manos pasaron muchos de los talentos que después llegaron lejos en el jazz y la música cubana.
En mis grupos empezaron o tocaron músicos de la talla de Emiliano Salvador, Gonzalito Rubalcaba, Caramelo, Javier Gutiérrez Massó, César López, Orlando Valle (Maraca), Julio Padrón, Jasek Manzano y muchos más.
Bobby tiene el concepto del “arte de la guerra”.
Hacerlo bajo las balas o como venga, contra viento y marea.
¿Tus más recientes discos?
El disco CD Tumi Music, junto a Chucho Valdés, Changuito y César López.
¿Tienes una despedida?
Soy el jazz que va por el mundo entero
y no hay quien llegue primero
y a nadie guste más.
Soy el jazz, africano, y americano,
pero también soy cubano,
y mi ritmo bailarás.
Soy el jazz timbero.
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