Aurora Bosch
La destacada bailarina cubana, Aurora de los Ángeles Bosch Fernández (La Habana, 10 de diciembre de 1942), comienza sus estudios en el año 1951 y egresa de la escuela de ballet en 1959 en La Habana. En su trayectoria artística ha recibido diferentes premios y distinciones en el ámbito nacional e internacional. Actualmente maestra, instructora y pedagoga de danza. Considerada una de las cuatro joyas del ballet histórico en Cuba.
Nació en un hogar humilde. Su abuela conoció en 1951 una convocatoria de la Academia de Ballet Alicia Alonso para optar por becas de estudio y presentó a la joven, que luego de una audición fue aceptada y comenzó su historia en el arte de la danza con la maestra Magda González Mora, para continuarla con el puertorriqueño José Parés y más tarde con el maestro Fernando Alonso.
Su debut escénico se produjera en 1954, como paje de la reina madre en el estreno continental de la versión completa de El lago de los cisnes, con el Ballet Alicia Alonso, hoy Ballet Nacional de Cuba.
En el año 1959 participa en las audiciones para integrar el nuevo ballet cubano y es aceptada para forma parte del elenco del Ballet Nacional de Cuba. Ese año realizó una amplia gira por Suramérica con la compañía y al año siguiente otra a México y los países de Europa del Este, la cual se extendió hasta 1961.
Promovida a la categoría de solista en 1962, asumió progresivamente roles del repertorio tradicional y contemporáneo, y otros de jóvenes coreógrafos cubanos: Despertar, de Enrique Martínez, y Ensayo renacentista, de Lorenzo Monreal. En 1963 interpretó una de las “amigas” en el filme Giselle, realizado por el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) y protagonizado por Alicia Alonso con el Ballet Nacional de Cuba.
En el año 1967 fue ascendida a primera bailarina, la más alta categoría en el ballet cubano. Asumió, en el repertorio de la compañía, los clásicos El lago de los cisnes, Coppélia, Giselle (en el que su interpretación de Mirtha, la reina de las Willis, le valió el Premio Anna Pávlova de la Universidad de la Danza de París durante el IV Festival Internacional de Danza de los Campos Elíseos, en 1966), La bayadera, La bella durmiente del bosque; además de las creaciones del siglo XX Apollo y Tema y variaciones, de George Balanchine; Jardín de lilas, de Anthony Tudor; In the Night, de Jerome Robbins, y las obras de los coreógrafos cubanos Espacio y movimiento, de Alberto Alonso Rayneri; Rara Avis, de Alberto Méndez González; Hécuba, de Iván Tenorio (compuesto especialmente para ella) y Dan-Son, de Gustavo Herrera.
Como integrante del Ballet Nacional de Cuba recorrió todos los continentes, pero su actividad internacional se extendió a otras compañías: el Ballet Clásico de México, del cual fue directora y primera bailarina en 1969; el Ballet Independiente y Ballet Clásico 1970, también en México, donde además fue maestra; los teatros de Ópera de Bucarest, Lasi y Cluj, en Rumanía; de Vilnius, de Odessa y Tashkent, y el Grupo Estatal de Ballet de Moscú, en la ex Unión Soviética; así como a las galas internacionales del I Festival Internacional de Danza de Chicago y la Gala Internacional de Montecarlo.
Su carrera como bailarina, profesora y maestra de ballet también la llevó a Londres, Dinamarca, México, España, los Estados Unidos, por supuesto a Cuba, donde continúa su trabajo de formación de nuevas generaciones de bailarines y maestros, y al Ballet Nacional de España (actualmente maestra, instructora y pedagoga de danza).
Premios
Participó en los Concursos II y III de Ballet, en Varna, Bulgaria, en 1965 y 1966, donde obtuvo respectivamente medallas de plata y oro, ratificando la solidez de lo que inicialmente se llamó Milagro Cubano y luego fue reconocido como Escuela Cubana de Ballet.
En 1967 obtuvo, de manos de Serge Lifar, el Premio «Anna Pavlova» de la Universidad de la Danza de París, por su extraordinaria interpretación del personaje de la Reina de las Willis en el ballet Giselle.
Por su entrega sin fronteras al arte ha recibido diferentes premios y distinciones: el Premio Nacional de Danza, el Premio del Gran Teatro de La Habana, la Orden Félix Varela y la Medalla al Mérito del Consejo Brasileño de la Danza.
El 29 de junio de 2029 recibió la distinción Caballero de la Orden Nacional de Mérito, otorgada por Francia, por sus relevantes contribuciones a la manifestación artística que ejecuta, sus especiales relaciones con el país europeo y por su desempeño como la Reina de las Willis, en la obra Giselle, durante el IV Festival Internacional de Danza de París.
Fuente: Enciclopedia Cubana en la Red