40 años de una galería
Por: Leticia Guerra Quesada.
Los cuarenta años son la edad de la juventud con experiencia, por esta razón en la Galería de Arte Domingo Ravenet, del municipio habanero La Lisa, los festejan con júbilo.
A pesar de sus protestas, Janet Frómeta Benítez, directora de la institución, merece especial reconocimiento. Esta muchacha laboriosa, talentosa y modesta, es capaz de impregnar esa capacidad creadora que se expande más allá de los predios de su institución cultural, que ahora llega a sus cuatro décadas con un impacto en todas las manifestaciones artísticas del terruño liseño, a partir de ese epicentro reconstruido y rescatado en la avenida 51, esquina a 160.
Su formación como Instructora de Arte, miembro del Consejo Nacional de las Artes Plásticas, le induce a buscar el mejoramiento humano a través de las potencialidades de la cultura. No se conforma con el concepto de Galería como un espacio silencioso y tranquilo, tal vez su propia naturaleza inquieta le impulsa a redimensionarla constantemente en un centro de convergencia de todas las artes.
Agradecemos la sana rebeldía de Frómeta, quien transgrede las fronteras de su institución con su proyecto itinerante de murales exteriores, la intervención de sus hábiles pinceles contribuye a mejorar el entorno visual de cada una de las comunidades o espacios donde dejó huellas con un equipo de lujo. En El Hueco, La Madriguera, en la Escuela Pedagógica Eduardo García Delgado y la Comunidad Libertad, este último muy elogiado por el presidente Miguel Díaz-Canel. Una verdadera fiesta de colores, valores identitarios y cubanía que penetra por los ojos y alegra el corazón.
Pero volvamos a los salones de la cuarentona, motivo de este comentario. La Galería de Arte de La Lisa cuenta con una moderna y espaciosa instalación dividida en tres áreas de atracción: sala de exposiciones donde se exhiben muestras personales o colectivas de prestigiosos artistas en todas las variantes de las Artes Visuales, una sala alternativa acoge a las artesanas del proyecto de muñequería artística y otros talleres, deviene tribuna de conferencistas, narradores orales, y en el patio interior, donde la música irrumpió para quedarse, repican los tacones del Taller de Baile Español Alas, se llena con los adeptos a la Peña del Rap o conciertos de diversos géneros cubanos.
Felices cuarenta y que cumpla muchos más la casa de todas las artes en La Lisa, donde los cuadros no bastan.